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PEPSI, VOLVERÉ A EQUIVOCARME

Esta obra resuena como un eco emocional en la fachada de un antiguo depósito de refrescos en Avenida Las Américas, en el puerto de Veracruz. Este lugar fue el epicentro de abastecimiento de los refrescos preferidos por las familias jarochas durante comidas, convivencias y las inolvidables fiestas que caracterizan al puerto.

La pieza, compuesta por capas de pintura de diversas campañas publicitarias a lo largo de 25 años, revela un mural que, a primera vista, evoca recuerdos de tiempos no tan distantes. Es un testamento visual de la conexión de Pepsi con la comunidad. Alfredo Romero, con su magistral intervención, utiliza lámina de oro, inspirándose en la técnica del Kintsugi japonés. Así nace la composición contemporánea de "Pepsi, volveré a equivocarme". Cada trazo de oro representa no solo la reconstrucción artística, sino también la resiliencia de una marca que ha dejado una marca imborrable en la memoria colectiva.

Al acercarse a la pieza, se revelan capas y símbolos, mensajes ocultos que narran la historia de décadas. "Volveré a equivocarme", parte de marcas registradas que han resistido el paso del tiempo y los elementos a los que han estado expuestas. Hoy en día, el edificio alberga un taller mecánico, pero la esencia de "Pepsi, volveré a equivocarme" perdura, recordándonos con cariño y nostalgia la importancia de esta marca en las vivencias de las familias veracruzanas. Una obra que trasciende el tiempo, capturando la esencia de Pepsi como un hilo conductor en la historia compartida de la comunidad.

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